Terapia de adolescentes en Alcobendas

La adolescencia es el momento de la separación familiar. Es la apuesta por salir de la familia heredada. Pero la separación no es una cuestión de lejanía. Es una cuestión de distancia; Una distancia para que la relación entre padres e hijos cambie a otra en la que se reconozca un nuevo lugar para la singularidad de cada uno.

Es una separación necesaria para el hijo y una tarea para los padres donde ayudarle a separarse de una forma sana y cuidadora, en la que la relación con el otro no se viva con miedo a una invasiva cercanía ni al olvido de la distancia.

Y es durante este proceso que los padres deben armarse de herramientas con las que apoyar el tránsito del cambio.

Entramado emocional en el adolescente: Nuevos sistemas de comunicación

La adolescencia es un momento de encuentro con una nueva forma de afrontar el mundo, un tiempo de elaboración para constituirse posteriormente como individuo adulto y un duelo por la infancia que se abandona.

Este período de crisis tiende a ser interpretado desde "la problemática del adolescente" donde surgen múltiples dificultades en él mismo y en su relación con el otro, fundamentalmente con sus figuras de referencia, que en ese momento se convierten necesariamente en figuras rechazantes, y/o perseguidoras, como medio de conseguir su propia individuación.

Es el acercamiento y trato con tacto el que ayuda a percibir la crisis adolescente como una constelación de múltiples oportunidades de direccionar el paso a la vida adulta. Es, por tanto, fundamental abordar la conflictiva adolescente partiendo del entramado emocional que subyace a un comportamiento impulsivo y, en ocasiones, desafiante. Los adultos tendemos a comprender esta conducta desde el rechazo a la norma y no desde una petición de ayuda.

Desde hace años realizo tratamientos individuales con adolescentes y a nivel familiar que garantizan el bienestar personal y mejoran el clima y la dinámica familiar.

Violencia ascendente: El síndrome del emperador

La adolescencia es el momento álgido, más virulento de desencuentro entre padres e hijos. El adolescente busca construirse una nueva identidad a golpe de impulso.

Es esta carencia de identidad, lo que nos permite ver que cuanto más comprueba la falta de la misma, con más fuerza defiende eso que no tiene. Fuerza, que se manifiesta con gran vehemencia cuando se cuestiona su lenguaje, su aspecto, sus gustos. Detrás de esa agresividad, está el hecho de que no sabe lo que es, ni lo que quiere, el conflicto entre lo que busca y lo que encuentra.

Estas contradicciones, en ocasiones, repercuten en un comportamiento violento hacia los propios padres, convirtiéndose entonces en víctimas de sus propios hijos.

En mi consulta trabajo en la extinción de la violencia entre hijos y padres, acercando afectos y mejorando el vínculo entre las partes.

Anorexia y Bulimia: Patologías que comprometen al cuerpo

La imagen en el espacio público adquiere una relevancia capital durante la adolescencia. Cuando la necesidad de diferenciación e independencia familiar se une a la ilusión de control ante la incertidumbre del deseo del otro, surge a través del acto, la restricción alimenticia en sus diferentes modalidades.

La reparación interna es el primer paso en estos casos para deconstruir la imagen externa. Sólo cuando la figura interior adquiera un sano significado, la exterior alcanzará el suyo propio.

DESIRÉE PORCEL

Psicólogos en Alcobendas

Psicóloga Especialista en Psicoterapia y Psicología Forense

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